Es Jueves Santo. Hoy Jesús nos enseña como amar auténticamente con toda el alma y con todo el corazón.
Jesús, en la última cena, se acercó a cada uno de sus discípulos y les lavó los pies, en un gesto de servicio y amor que sus discípulos no olvidarían jamás.
A las cinco y media de la tarde hará su aparición bajo el dintel del Santuario de María Auxiliadora la cruz de guía de la Hermandad de la Redención ya dorada, este es el estreno especial de esta corporación después de los contratiempos del año pasado. Este Año los hermanos de la Redención verán cumplido otro de sus sueños hecho realidad y visitaran el Sanatorio de Santa Rosalía, y procesionaria por las calles de Jerez como símbolo del Cristiano, y de como Jesús murió por todos nosotros en ella, signo de amor fraternal y desinteresado.
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A las 13.00 horas tendremos los Santos Oficios, están todos invitados a tal solemne actos como Cristo nos llama a derribar muros, unidos con Él.
Jesucristo se entregó a la muerte para derribar “la barrera del odio” que separaba a las gentes (cf. Ef 2,14), y hacer de todos ellos una única familia bajo un mismo y único Padre.
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