Reconocimiento de Jerez a Ruperto Pozuelo, "un joven de 91 años"
El hermano Ruperto Pozuelo posa ayer con los miembros del equipo de gobierno, tras recibir el reconocimiento en los Claustros.
La alcaldesa también quiso extender en parte el reconocimiento a la comunidad salesiana, "con la que hemos tenido oportunidad de compartir este último año diversos actos". Pelayo consideró que el título de Hijo Adoptivo de la ciudad, que suele ser un honor para el que lo ostenta, lo es aún más para la propia ciudad "por tener hijos adoptivos de la talla del hermano". Sin restar en ningún momento méritos al homenajeado, la alcaldesa dijo que el hermano Ruperto se ha hecho merecedor del galardón "por formar parte de una comunidad que le ha apoyado y querido. Por eso el reconocimiento no es sólo a él sino a toda la comunidad salesiana. El hermano Ruperto transmite felicidad y amor porque ha estado con una familia, la salesiana, que también lo ha amado a él".
El hermano salesiano recibió ayer el título de Hijo Adoptivo de la ciudad en un emotivo acto
G.Moreno jerez
Actualizado 02.02.2013 - 01:00El hermano Ruperto Pozuelo posa ayer con los miembros del equipo de gobierno, tras recibir el reconocimiento en los Claustros.
El hermano Ruperto Pozuelo Sánchez, salesiano de Don Bosco, recibió ayer de la alcaldesa María José García-Pelayo el título de Hijo Adoptivo de la ciudad en el transcurso de un pleno solemne y extraordinario celebrado en los Claustros de Santo Domingo con la presencia de familiares, miembros de la Corporación, de la comunidad educativa de Lora Tamayo y de una amplia representación de la sociedad civil. El acto comenzó con la lectura del acuerdo de convocatoria del pleno, al que siguió la exposición de motivos del meritorio título, a cargo del concejal Bernardo Villar, como instructor de la causa, quien señaló que en el hermano Ruperto concurren méritos más que suficientes para este reconocimiento, al que se han adherido cientos de ciudadanos a título particular, decenas de empresas y organizaciones y compañeros docentes del hermano.
Villar, que definió al religioso como "un joven de 91 años", hizo un recorrido por la vida del homenajeado, que nació en Hinojosa del Duque (Córdoba), en el seno de una familia humilde y trabajadora. Sexto de siete hermanos, tuvo a su padre, minero, como referente y tras el fallecimiento de éste, a uno de sus hermanos. En 1934 conoció la casa de los salesianos en Pozoblanco, donde ingresó para quedarse, con un pequeño paréntesis en el que volvió a su casa porque echaba de menos a su madre. En 1971 llegó a Jerez y tras su jubilación en la ciudad, se fue a las misiones en Togo, aunque tuvo que regresar por motivos de salud. Villar destacó del hermano su devoción por los jóvenes y lo describió como "un educador, pues no sólo ha abarcado la formación profesional sino que valora sobremanera la formación en valores humanos, viviendo con intensidad la máxima de Don Bosco que dice 'entre vosotros jóvenes, es donde me encuentro bien'. Por sus clases han pasado miles de jóvenes que a lo largo de los años han ido incorporándose al mundo laboral local y provincial". Agregó que es también el 'responsable' de la formación de miles de trabajadores de calidad y de reconocida profesionalidad, que han demostrado su valía en empresas de Jerez o la provincia como Delphi, Astilleros, Azucarera Española o General Motors. "Se han nutrido de alumnos del hermano Ruperto no sólo estas grandes empresas sino también pequeñas y medianas empresas, autónomos o profesionales liberales, que han sido el germen del crecimiento de nuestra ciudad y que ocupan un importante papel en el entramado laboral de Jerez". También recalcó su trayectoria colaborando con aquellos que han precisado de su apoyo por situaciones económicas o familiares difíciles, "buscando ahorros, mejores usos, lo que ahora llamamos optimización de recursos y parece una gran novedad, pero es una práctica que el hermano Ruperto desarrolla desde hace años".
El homenajeado tuvo palabras de agradecimiento no sólo para el Ayuntamiento sino también para la congregación salesiana por todos los años en los que "me ha formado, ayudado y animado". De Jerez dijo que es una ciudad generosa y agradecida, que sabe premiar a personas que han derrochado sus energías a favor de sus conciudadanos y describió sus años de vida en Jerez como un eslabón en la de todos los alumnos y profesionales que han pasado por el Lora Tamayo. "Los salesianos estamos con los que tienen más dificultad para afrontar el futuro con esperanza, esa es nuestra vocación y nuestra razón de ser", dijo, terminando su intervención con la consigna de los salesianos: 'trabajo, trabajo y trabajo".
La alcaldesa también quiso extender en parte el reconocimiento a la comunidad salesiana, "con la que hemos tenido oportunidad de compartir este último año diversos actos". Pelayo consideró que el título de Hijo Adoptivo de la ciudad, que suele ser un honor para el que lo ostenta, lo es aún más para la propia ciudad "por tener hijos adoptivos de la talla del hermano". Sin restar en ningún momento méritos al homenajeado, la alcaldesa dijo que el hermano Ruperto se ha hecho merecedor del galardón "por formar parte de una comunidad que le ha apoyado y querido. Por eso el reconocimiento no es sólo a él sino a toda la comunidad salesiana. El hermano Ruperto transmite felicidad y amor porque ha estado con una familia, la salesiana, que también lo ha amado a él".
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